
Autor: Patrick Rothfuss
Ilustraciones: Nate Taylor
Editorial: Plaza y Janés
Edición: Tapa dura, ilustrado
Nº págs: 72
ISBN: 978-8401353420
Precio: 14'90€
Este no es un cuento para niños.
Lo parece. Tiene ilustraciones. Tiene un título almibarado. Los protagonistas son una niña y su osito de peluche. Pero todo eso no es más que una fachada. En realidad, este es un cuento para adultos que tengan un sentido del humor un tanto siniestro y sepan apreciar los cuentos de hadas de los de antes.
El cuento tiene tres finales. Si se detiene la lectura en uno u otro, la historia es completamente distinta. Hay un final dulce y otro horrible. El último es el final de verdad, el que te clava los dientes.
Las aventuras de la Princesa y el señor Fu da un giro macabro a los cuentos infantiles ilustrados tradicionales. Yo lo veo como un combinado de Calvin y Hobbes y Coraline, con una pizca de Edward Gorey.
Lo dicho: este no es un cuento para niños.
Al igual que hemos hecho con reseñas anteriores, al estar hablando de un
cuento, voy a reducir la extensión de la reseña, así como las puntuaciones, ya
que la mayor parte del cuento son ilustraciones y hay muy poco texto del que
extraeros algo.
En primer lugar, empezaré comentando lo que nos advierte el autor
repetidamente tanto en la contraportada como en las solapas: "este no es
un cuento para niños". Y es que pese a esa apariencia de pretendida
inocencia, se encuentra una historia que tiene poco de inocente. Este cuento
trata de ser un recuerdo y homenaje a todas esas historias tradicionales que en
muchos casos ya han quedado olvidadas, y que nos ofrecían una historia con un
final bastante duro, en el que se hacía cualquier cosa menos comer perdices y
ser felices. La continua sensación que tenía al leer Las aventuras de la Princesa y el señor Fu era esa, que el autor
estaba tratando de recuperar algunos elementos que le daban un matiz siniestro
a la historia.
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Segunda parte, publicada próximamente en inglés |
El cuento consta de tres finales. Cada uno de ellos consigue reflejar el
espíritu de la historia que se nos narra de una forma diferente, dependiendo de
en cual nos fijemos la historia es distinta, cambia. El primero de ellos,
digamos que es el final feliz, en el que se resuelve la historia de una forma
no muy escabrosa pero sin perder el matiz de terror; el segundo de ellos, es el
final horrible, el que te deja con el corazón en un puño; y el tercero es, según
el autor, el final de verdad y es probablemente el más irónico y terrorífico de
los tres.
Las ilustraciones, de Nate Taylor, no podrían ser más adecuadas para la
historia que se está contando. Consiguen transmitir esa sensación de pretendida
inocencia que impera en todo el cuento y están muy cuidadas y llenas de
detalles. Pese a estar en blanco y negro, es el color que más encaja con el
cuento, ya que contribuye a darle este toque siniestro. En general, todas las
ilustraciones merecen bastante la pena y tras una segunda lectura, si te paras
a mirar más detenidamente encuentras muchos más detalles que los que viste la
primera vez, al tener ya una idea global de lo que está ocurriendo en el
cuento.
Nota final:
Agradecimientos a Plaza y Janés
Eso de que el cuento cuente con tres finales distintos me llama la atención aunque sabiendo quien es el autor ya dan ganas de comprarlos. Espero poder leerlo muy pronto ^^.
ResponderEliminarA mi me gustó mucho este libro es muy original y tuve que releerlo porque me quedé impactada con el final XDD
ResponderEliminarLas ilustraciones son muy buenas pero lo único malo de este libro es que es muy corto!!
Saludos
oye donde lo conseguiste?
EliminarSe ve muy divertido ^^ me gustaria leerlo
ResponderEliminarMe duró 5 minutos, esta bien el libro, pero lo veo demasiado caro para lo que es.
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